FMI y Argentina: ¿Se viene un nuevo capítulo para la economía?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a destacar las últimas medidas del Gobierno argentino como pasos "impresionantes" en la búsqueda de estabilidad. A pocos días de una misión técnica clave, la vocera Julie Kozack elogió el desempeño fiscal y las políticas recientes que buscan fortalecer el marco monetario, bajar la inflación y reconstruir reservas. ¿Pero qué significa esto realmente para el país? ¿Y qué puede pasar si se cumplen –o no– las metas acordadas?

Desde que asumió Javier Milei, uno de los grandes desafíos ha sido el cumplimiento del acuerdo firmado con el FMI por 20.000 millones de dólares. Uno de los principales compromisos es la acumulación de reservas por unos USD 4.400 millones, cifra que hoy parece lejana. Si bien el Gobierno viene sobrecumpliendo la meta fiscal (1,6% del PBI cuando se pedía 1,3%), el punto débil sigue siendo el nivel de reservas del Banco Central. Frente a esto, el Gobierno recurrió a herramientas financieras como bonos en dólares (Bonte 2030) y acuerdos con bancos internacionales para reforzar las reservas mediante financiamiento externo. Si bien estas estrategias permiten mostrar resultados rápidamente y mantener estable el tipo de cambio (clave para bajar la inflación), también implican mayor endeudamiento, lo cual genera reparos entre analistas que preferirían que las reservas crezcan por superávit comercial genuino. Entonces, ¿qué pasa si se cumplen las metas del FMI? En ese escenario, el país recuperaría credibilidad internacional, se mantendría el acceso a crédito y los mercados podrían reaccionar positivamente. Además, el cumplimiento daría mayor aire al Gobierno para sostener su plan económico y avanzar con reformas estructurales.

Pero si no se cumple la meta de reservas, el panorama cambia. Podría haber revisiones en el programa, nuevas condiciones o incluso una demora en los desembolsos. En ese caso, volvería la presión sobre el dólar y sobre los precios, justo cuando la inflación empieza a ceder. Además, se pondría en duda la solidez del plan económico y su sostenibilidad. En definitiva, Argentina está en un momento bisagra: la chance de estabilizar su economía está en juego, pero no hay margen para relajarse. ¿Creés que el Gobierno logrará cumplir con todas las metas del FMI sin comprometer el crecimiento y la estabilidad de largo plazo?