Una parte fundamental para comenzar a descubrir el gigante desarrollo que hay detrás del mundo de las criptomonedas, es la Blockchain. Ahora bien, ¿Qué es la blockchain?
Es una cadena de bloques, los cuales contienen información codificada de una transacción en la red. Y, al estar entrelazados (de ahí la palabra cadena), permiten la transferencia de datos (o valor) con una codificación bastante segura a través del uso de criptografía.
Para ilustrar esta idea, sería conveniente imaginarnos un libro contable en donde se registran todas las entradas y salidas de dinero. Lo verdaderamente novedoso es que la transferencia no exige un tercero que certifique la información, sino que está distribuida en múltiples nodos independientes e iguales entre sí que la examinan y la validan sin necesidad de que se conozcan entre ellos.

Una vez introducida, la información no puede ser eliminada, sólo se podrá añadir nueva información, ya que los bloques están conectados entre sí a través de cifrado criptográfico, por lo que modificar datos de un bloque anterior a la cadena resulta imposible, ya que se tendría que modificar la información de los bloques anteriores.
Si bien solemos asociar Blockchain directamente con criptomonedas, una de las grandes virtudes de esta tecnología es la posibilidad de transformar procesos en diferentes sectores económicos, científicos y otros ámbitos. De hecho, existen plataformas que utilizan la tecnología ‘blockchain’ para visibilizar la cadena de suministro de los productos que consumimos, logrando seguir el trayecto que recorre el alimento desde que sale de un cultivo hasta que llega a nuestra mesa.
Los procesos electorales también se pueden beneficiar por medio de la tecnología ‘blockchain’ puesto que el uso de la contabilidad descentralizada para la contabilización de votos puede ser buena opción para suplir las fallas de los sistemas existentes de auditoría en las elecciones. En Colombia se ha estudiado la posibilidad de usar este tipo de tecnología para sistematizar los títulos de las propiedades o efectuar convalidaciones de estudios en el exterior.
Asimismo, podemos recordar que existen dos tipos fundamentales de blockchain: privada (permissioned) y pública (permissionless). También podemos llamarlas con permisos y sin permisos. Las primeras son desarrolladas por entidades generalmente privadas, en muchos casos para uso interno, y los usuarios de estas necesitan permisos por parte de los administradores de la red para interactuar con el protocolo. Este es el tipo de blockchain que están probando los bancos: son centralizadas, es decir, controladas por la entidad y no por los usuarios.
En las segundas, por el contrario, no hay restricciones para poder realizar transacciones, crear nuevos bloques y utilizar cualquiera de sus funcionalidades, de modo que se ofrecen monedas o activos digitales nativos de la red como recompensa a los usuarios que quieran mantenerla. Tiende a la descentralización, tal como en Bitcoin.
Por lo cual, si bien naturalmente pensamos en Bitcoin o Ethereum al hablar de esta tecnología, la misma tiene un potencial que es desconocido hasta el momento, esto se debe a que no solo proyectos electorales, sino que cientos de aplicaciones se han abierto gracias a la Blockchain.
Aunque hemos dado dos ejemplos de las aplicaciones que pueden utilizarse con Blockchain, es importante conocer el alcance y todas las alternativas que ofrece esta tecnología, además de sus desarrollos correspondientes.
Posibles usos de la Blockchain:
· Criptomonedas: su función principal en este campo es registrar los valores transferidos entre individuos y validados por los nodos y mineros, usualmente de forma inalterable.
· Sistemas de pago: muchas redes asociadas a blockchains poseen cualidades como distribución instantánea de los datos, seguridad y, además, la privacidad que se ofrece a los usuarios a la hora de realizar transacciones.
· Comercio y mercados digitales: la transparencia y seguridad son certezas del código, así que su uso en el comercio era inevitable. Sobre sus propias cadenas de bloques se han construido plataformas de compra y venta electrónica.
· Entretenimiento: varios videojuegos y juegos de azar se han construido sobre una cadena de bloques o bien apoyándose en algún activo digital propio de ella. La velocidad, transparencia y, sobre todo, las recompensas, están aseguradas.
· Contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas (Dapps): sobre una blockchain también se pueden crear contratos inteligentes, es decir, acuerdos digitales automatizados en los que nuevamente se elimina la necesidad de confiar en terceras partes para su cumplimiento.
· Registro de documentos: una blockchain es un gran registro al que muchas partes pueden acceder desde cualquier lugar del mundo. Y no solo puede registrar dinero, sino virtualmente cualquier cosa que pueda representarse con una transacción.
· Cadena de suministro: saber exactamente de dónde provienen las cosas es siempre un problema, pero un registro como el que proporciona una blockchain es capaz de volver mucho más fácil el asunto. Con esta tecnología es posible marcar casi cualquier objeto con una huella digital única que seguirá todo su ciclo de vida desde el principio.
En conclusión, el mundo Blockchain nos presenta un sistema que permite que muchos usuarios se encuentren para realizar diversas operaciones, ya sea transacciones de criptomonedas, pagos, entretenernos, entre otras. Pero no solo destacamos las múltiples actividades que pueden hacerse, sino el
amplio potencial de descubrimientos que están en proceso,
hoy en día, estamos en pleno auge de una tecnología que, si bien damos por terminada debido a que cumple su función, no deja de sorprendernos, ni lo hará en el futuro. Es por esto por lo que creo que, en un futuro no muy lejano, la palabra Blockchain estará dentro de nuestra vida cotidiana.
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