Una obligación financiera es un título negociable de deuda que empresas ponen en circulación como herramienta para financiarse a través de la captación de nuevos inversores. Habitualmente se diferencian del bono al centrarse en periodos a largo plazo, aunque muchas veces se llama directamente bono (a largo plazo).
La posesión de una obligación garantiza el cobro futuro de un importe asociado con la devolución en un periodo de tiempo determinado, junto a unos intereses previamente pactados y que dependerán del periodo en cuestión. Es decir, se trata de una herramienta de financiación bastante similar al bono.
Es por ello que las empresas les conviene tomar deuda a largo plazo, ya que a través de éste instrumento de renta fija, pueden invertir el dinero recaudado para generar rendimientos e ir pagando cada cierto tiempo un “cupón” (normalmente semestral), equivalente a una tasa de interés pagada por el dinero invertido por los tenedores de las obligaciones negociables.
Características de las Obligaciones Negociables
•Se consideran un modelo de financiación más ágil y económico que el tradicional préstamo por parte de entidades de crédito.
•En el caso de las empresas y a diferencia de las acciones, no suponen entrega de parte alícuota de la empresa ni parte de su control.
•Cuentan, al igual que otros tipos de título, con elementos como fecha valor, importe, tipo de interés asociado y fecha de vencimiento. Todos ellos expresados en un documento o título validado y regulado oficialmente.
•La opción de obligación más común es la de título de renta fija y a largo plazo.
Diferencia entre obligación y bono
Por su definición, suelen identificarse como conceptos sinónimos. Esto sucede ya que en el mundo anglosajón el término bono es generalizado.
En la práctica económica se considera que los bonos engloban a productos financieros de vencimiento inferior a cinco años, mientras que las obligaciones se dirigen a periodos de tiempo superiores.
Diferencia entre un Valor Negociable y una Obligación Negociable
Un valor negociable es un instrumento habitual en finanzas con el que su poseedor puede operar en los mercados de compra y venta de valores.
Dentro del concepto de valor negociable se encuentran destacados ejemplos de activos financieros como pueden ser las acciones o las obligaciones.
Sus propietarios o poseedores tienen la capacidad de venderlos en los mercados bursátiles a determinados precios. Es decir, este tipo de instrumentos financieros son susceptibles de protagonizar actividades económicas lucrativas y especulativas.
Los valores negociables cuentan con carácter intrínseco de propiedad. Cada titular es poseedor de una serie de derechos de propiedad y capacidad de decisión sobre sus carteras de valores
Es por ello que no existe diferencias, ya que una obligación negociable forma parte del conjunto de valores negociables.
Las ON son importantes para las empresas porque a través de este instrumento de renta fija buscan financiamiento y pagan a los tenedores un cupón semestral habitualmente.